muy mal trato por parte de la rubia con gafas. Fue muy despota. Se dio cuenta de que no disfruta de su trabajo, que todavía tiene mucho que aprender, porque los buenos modales son la base de todo. El punto es que fui a preguntar si había un menú y su respuesta sin mirar a mis ojos era: hasta 1400 no abro la cocina. Le dije, vale, si pudiera decirme que comería, y no me respondió. Era suficiente para entender que tenía que buscar otro lugar para almorzar.