Soy un amante de los lugares con casta y solera, que viven en estos tiempos de franquicias y medianas... en la Paloma, entran en las parroquias y piden .uno y uno es un vermut y un camarón gabardina como el que mi abuela hizo dora en el nido de Donosti. Gran sitio, con los veteranos camareros recitados, gran atmósfera y buenos precios, me encantó!