entras y encuentras una parada de pescado (bueno precio de calidad), de la que eliges pesar lo que quieras, darte un número de referencia, vas al mostrador siguiente, donde pides las bebidas y pagas todo. Si te sientas en una mesa, cuando te llamen para el altavoz, vas a ir a buscar los platos y luego vas a tomarlos para sacar la mesa sucia. una fórmula original y económica, aunque no en absoluto silenciosa, entre el altavoz por el que dan los números en inglés y español, y la cantidad de público circulando temblando a su lado con platos limpios y sucios no le permite una comida tranquila o relajada.