lugar tranquilo, en comparación con la locura inexplicable (en este momento de pandemia) de muchas terrazas de la capital el sábado a las 14:00. Muy buen trato y lo que pedimos fue muy rico y con buen producto. Lo siento por no poder ver la carta actualizada (no teníamos lectores qr) y elegir algo diferente, pero ¡volvemos! Ese día nos aconsejó el tiramisú, y por supuesto que era el más rico que he probado. Si no pongo 5 estrellas es para la ubicación. particularmente no puedo comer al pie de la carretera, aunque a veces la toco. Tienen algunas mesas dentro.