positivo: camareros muy amables y eficientes, y situado en el barrio judío. la comida, tal vez pedimos mala, pero nos dejó con una sensación de poca indiferencia y raciones muy pequeñas. Quiero decir, no está mal, pero quizá por la buena nota que tienes en la aplicación que esperábamos más. Creo que no volvería a cenar en el sitio.