Muy buena opción para una cena especial. Música en directo, fondues, trato amable... Es un restaurante pequeño y recomiendo reservar porque se llena (en verano seguro). Nos gustó, para repetir. Como aspecto a mejorar, hacía mucho calor y el aire no funcionaba del todo bien, teniendo en cuenta las altas temperaturas de las fondues. La calidad de la comida muy normal, patatas congeladas, ensalada con poco condimento... pero para degustar un menú diferente lo recomiendo.