Escogimos este sitio para una cena de equipo (Unas 15 personas) y fue genial. El servicio muy bueno, los camareros nos atendían en seguida y los encargados fueron muy amables con nosotros en todo momento. La comida estuvo estupenda, los platos eran grandes y había para todos, nadie se quedó con hambre. Nos pusieron unas croquetas de jamón deliciosas, unos churros con queso que nunca habíamos probado y nos encantaron, al igual que los nuggets de pavo con una salsa buenísima. Las ensaladas también estupendas y la sangría, además de casera, muy rica. De postre una muerte por chocolate genial, vamos, que nos encantó el sitio. Nos trataron de lujo y luego nos invitaron a un chupito. Como nos gustó tanto nos quedamos a tomar unas copas y nos salieron tiradas de precio. En general muy bien, por supuesto que repetiremos.