El Patio De María - Córdoba

Fuimos a los patios y todo estaba lleno. Encontramos una mesa en el comedor. el barman muy divertido, toda la comida muy elaborada y rica. un hermoso patio. muy buena opción, para regresar

la principal atracción de este restaurante es su hermoso patio de Córdoba, donde podemos disfrutar de la comida en un magnífico entorno. su carta es muy variada, encontrando todo un poco: ensaladas, entrantes, carnes, pescado, arroz y guisos hechos a medida, así como varias sugerencias fuera de la tarjeta. También ofrecen los sábados y domingos un desayuno buffet por 12 €, que llaman “El Brunch del patio”, muy atractivo, con un buen número de opciones. Fuimos a almorzar, optando por tres platos principales: Lagarto ibérico en el plato con papas fritas, cordero demigado con parmentier de patata, y foie de pato y manzana casera flamenca. con postres y pastel de queso con melocotón de manzana y sidra, dos refrescos y dos cervezas, una cuenta de 60 € jotos para tres personas. En general, muy bien, el sitio es muy agradable y la comida es una experiencia muy agradable; la atención también es muy buena. En cuanto a la comida, bueno, creo que juntarlo todo puedo darte la puntuación más alta.

Es un patio muy agradable y acogedor. el excelente trato. para comer Pedimos la salchicha, el calamar y las alcachofas que recomendaron que estaban fuera de alquiler. Todo era muy rico. Lo recomendaría al 100%.

Hermoso patio, excelente lugar. comida exquisita, muy buena. recomendaciones: Flemish, aguacate y queso, croquetas almodovar, berenjenas con miel. Es un lugar muy agradable, piedras, uno de los camareros, una grieta de los pies a la cabeza! ¡Si regresamos, repetiremos sin duda!

un típico patio de Córdoba, muy bien adaptado al restaurante. la atmósfera es informal y agradable. la carta no demasiado amplia, pero con platos típicos regionales con modificaciones sugestivas. excelente atún, gulas revueltas, flamenquín relleno de pate y lagarto. el servicio rápido y correcto. los precios no son baratos. Sí, las sillas son francamente incómodas y manifiestamente mejores. y las estufas antes mencionadas claman por una jubilación decente.

en un marco incomparable ya que es un patio típico de Córdoba, la calidad de los platos servidos y los precios más que razonables se dan la mano con un espacio de exposición donde la creatividad artística tiene su apertura.

El trato soberbio, estupendos profesionales. La presentación de los platos muy buena y la variedad de la carta también es destacable. El postre increíble, sobre todo el tocino de cielo!Nos ofrecieron unos chupitos helados riquísimos.

De principio a fin es un espectáculo tanto la comida como el lugar. Lo primero a destacar, la atención del personal: Pedro Manolo, un artista. Las croquetas, espectaculares da igual cuales pidas… una de las séis. El lagarto para llorar, también a la mitad y los flamenquines apuntados para volver… así que volveremos, sin dudarlo!!! Un placer