Llegamos a este restaurante con ocasión de la presentación de nuestro candidato Vox en Naron recomendado por un amigo y la experiencia gastronómica fue muy buena. Tienen un pequeño pero acogedor y luminoso comedor, aunque no podíamos utilizarlo (al parecer todo estaba reservado pero cuando nos fuimos hay 2 mesas vacías). Fuimos colocados en una mesa de 4 frente al bar y pedimos que la parrilla de peces comparta dando como resultado un éxito total porque era muy abundante y variada, el propietario muy simpático, agradable y siempre con una sonrisa en la boca. Elegimos 2 osobuco y 2 puffs en el plato, bueno, sin terminarlos por estar enfermos, servimos este plato una camarera muy atenta y eficiente. los postres eran helados convencionales pero es que ya no podíamos, el dueño los puso,Anacleto, serio e introvertido, pero muy profesional, y exitoso en recomendar el vino de la comida,2 reservas altamente recomendables y no excesivamente costosas. la cantidad total fue 147.50E y ya dejamos 150 para los camareros. la calificación final es muy buena y no lo ponemos excelente porque cuando ya estábamos sentados nos colocamos en la mesa junto a algunos hombres sucios con los buzos manchados de pintura como si estuvieran en un trabajo proxima que nos molestaba un poco porque tenían un tono muy alto de voz y algún comentario rudo y soez dentro de conversaciones, hay una falta de profesionalismo para hacer una diferencia. Pido perdón por la falta de acentos pero con un teclado no sé cómo se ponen. Repitamos sin duda incluso si con reserva previa y tabla elegida por adelantado. ¡Viva el rey, araña!