Bien la comida y el trato, pero completamente “encorsetados”, sin decisión a la hora de un problema, nada más buenas palabras. Llegamos a las horas y el carro gemelar no cabía por la única puerta entreabierta de la terraza acristalada. Lo plegamos y entramos con problemas, a todo esto las o personas de la entrada se miraban unas a otras y no decidían nada, le preguntamos porque no abrían una de las cristaleras laterales correderas, que a pesar de tener manecillas para abrirlas y dijeron que era terraza acristalada pero “que no se abría”, sin otro motivo lógico. La terraza carecía de aire acondicionado y comenzó a llenarse, así que debido a su poca altura teníamos pocos metros cúbicos de aire por persona, debido a lo cual comenzamos a sudar. Salí al servicio del edificio cerrado de la misma Tagliatella, y aquí la altura era tres veces superior más aireado y sin calor, al mismo tiempo otra señora que había comido en la terraza “cerrada”, estaba protestando por el excesivo calor y por no poder abrir ninguna puerta acristalada. Nosotros pedimos la hoja de reclamaciones, y la rellenenamos. Al final sin explicación lógica de porque no se podía abrir, desde aqui apelo a la dirección sin lee esto que revisen los protocolos anti COVID, den autorización a los encargados para poder decidir en estos casos.