Es el típico bar restaurante de barrio de toda la vida. Te reciben y te atienden con mucha amabilidad. Es el sitio perfecto para ir con niños, pareja, amigos, familia. Sirven buenísimas hamburguesas y hay un montón de tipos de ellas para elegir, incluso hasta para veganos. Además de aperitivo te ponen palomitas, lo que es bastante original. Los aros de cebolla, los finger cheese , y otras cosas para picotear deliciosos. De postre , muy originales las tartas hechas con cerveza, ya que el local te ofrece una enorme variedad de cervezas del mundo entero. Yo probé una Pilsen alemana de barril deliciosa y fresquita. Otra llamada Cornel viene en un vaso con forma de cuerno. Hay cervezas rusas, lituanas, alemanas, y de muchos sitios del mundo. Puedes probar una cerveza diferente para variar. De precio, muy asequible. El local está bastante bien decorado. Tiene servicios. Al final nos invitaron a un chupito de granizado de limón que estaba muy rico,para ayudar a digerir. Nos gustó mucho y volveremos seguro. Gracias por tener un sitio así. Enhorabuena a los empleados. Da gusto ir. Si tienes ocasión, no te lo pierdas. Eso sí, difícil aparcar por la zona.