Arzabal Retiro - Madrid
Cerrado ahora
Ven a saborear las placeres culinarios de Arzabal Retiro. Situado en Av. De Menendez Pelayo, 13, Madrid, Spain, nuestras puertas están abiertas hoy, listos para saludar a una experiencia gastronómica excepcional. Con una calificación de 4 y 18177 críticas elogiosas, somos una visita obligada para los amantes de la comida.
Cómo siempre..... Un espectáculo.... Un servicio impecable y una comida deliciosa!! Nos dejamos aconsejar y probamos el puerro ..... Me dejo sin palabras!!! Deseando volver y repetir!!
Lugar recomendable, nunca defrauda . Seguridad de los fines de semana muy profesional.
Muy buen trato Buena variedad con esquisiteces, las alcachofas y ensaladilla muy recomendables
Hemos comido muy bien en la terraza frente al Retiro. Todo un lujo en todo, incluido el precio que es de superfluo teniendo en cuenta que solo tomamos u a nefia ración, dos patas se pulpo y unas gambas al anillo más cervezas y un postre. Dos personas más de euros.
Comida muy rica pero precio demasiado alto. Nos atendieron regular un jueves por la noche con bastante lio.
El sitio es muy bonito y acogedor! Las personas que trabajan allí son muy amables! Lo recomiendo para picotear. Nosotros fuimos alli a comer y los entrantes estaban muy buenos, sin embargo los platos principales nos decepcionaron un poco. De entrantes pedimos las croquetas de boletus (muy recomendables), la ensaladilla rusa con ventresca y el pulpo. De principales pedimos rapito (sin más) también pedimos ensalada de tomate (el tomate no sabía a nada) y el salteado de arroz con trufa y setas (esto sí lo recomiendo). De postre pedimos la famosa torrija (muy buena)!
He compartido una cena con compañeros de trabajo y ha resultado un acierto. El ambiente de este restaurante es muy bueno, el servicio muy atento y conocedor de su trabajo, a pesar de ser todos chicos jóvenes. Los productos de calidad. Quizá el precio es alto.
La comida, sin ser sorprendente, no estaba mal. Lo que menos me ha gustado ha sido la poca separación entre las mesas, era imposible no escuchar la conversación de la chica que estaba pegada a mí. Llegamos quince minutos antes y nos mandaron a dar un paseo, habiendo mesas libres, cuando volvimos nos asignaron la peor mesa. Aparte de eso, la atención regular, bastante lenta. Como copa de vino por el culín de una copa ya de por si pequeña. Es una zona que está muy bien, pero tienen mucha competencia.
