Cuando es asador, se nota en el sabor. Con eso me quedo de esta visita. Las raciones que pedimos abundantes y el trato de los camareros y el dueño muy bueno. Atención continua de su parte y en ningún momento nos falto nada. Pedimos unas raciones para compartir, entre ellas destacamos los riñones porque estaban verdaderamente exquisitos. A la hora de comer el asado pedimos tres raciones de cordero y cuatro de cochinillo. El cordero super jugoso y el cochinillo, sublime con su “crounchi”. Hay que decir que el asado esta hecho en leña, el sabor es muchísimo mejor. El pan de la casa me recordaba a un pan de pueblo dulce estilo chino, no se como explicarlo pero estaba muy bueno. El único pero que le ponemos a toda la comida es que ninguno de los asados llevaba acompañamiento de patatas o ensalada. Aun así todo realmente bueno. Repetiremos.