Comemos el Viernes Santo en este establecimiento que refleja la buena tradición del restaurante en sevilla. Restaurante clásico, con una cocina tradicional, con excelente materia prima y una elaboración de calidad. Es difícil elegir en un menú muy atractivo, en nuestro caso, elegimos un cromo para compartir y de principal un merluza confitada, ensalada de tomate con ventresca de Almadraba y algunos chuletas de cordero. todo lo anterior, de primera calidad y muy bien elaborado. buen menú de vino donde se puede elegir variedad a precios razonables. mención especial al equipo de la sala desde el día que estaba, estando lleno, era esmeralda asistir con profesionalidad y amabilidad, un 10 para ellos. buen valor por dinero ya que el bien tiene su precio. un lugar donde la calidad es premium y vale la pena ir.