Pedimos las bebidas y nos sirvieron unos pimientos para abrir apetito. Muy buenos. Decidimos pedir el menú degustacion ya que habíamos leído que se probaba un poco de todo y estaba bastante bien. Eramos 7 y una persona que no tomaba menú ya que no podía tomar bastantes cosas y no nos pusieron problemas. Son platos pequeños pero al final entre que los traen y no, te llenas. Fueron 30,50 con bebida, café y postre incluidos. Salimos muy satisfechas. Resaltar del menú el Ferrero de morcilla, el queso de cabra y la carne (puntas de solomillo), la carne se deshacía en la boca. Por otro lado, el pescado, la mayoría, no lo pudimos terminar ya que estaba pasado y duro. No estaba en su punto y tierno. Una pena ya que la salsa que lo acompañaba estaba muy buena y las verduritas también. La tarta muy buena, de chocolate o trufa acompañada con fresas. El servicio muy bueno, atentos y predispuestos a ayudar. Nuestra amiga, la que no podía tomar el menú se pidió solomillo y tenía una pinta espectacular. ¡Volveré a probarlo!