La cena de amigos. parejas, reserven con un mes y medio antes de tener cuidado), sábado por la noche, lugar a la bandera, mesa perfecta, sentarse y asistir a un camarero con el que hice buenas migajas que es la que hace de sommelier. recomendamos bilbao ramon de vino y primer golpe! nos dieron rápidamente sugerencias de zamburiñas y pulpo ruso) y segundo al buen servicio todo fue elogiado. postres : casero. arroz con abundante leche, unos pocos bordes que no conozco y que hacia la joticia a su origen gallego y un pastel de San Simón que también fue alabado. Nos trataron muy bien. vino una factura de euros por barba pero vale la pena pagarla. amabilidad del sommelier, del camarero tatuado, buena materia prima, ningún secreto o técnico para clavarte. un placer. lugar para poner en la agenda para futuras ocasiones el unico malo? que tienes que reservar bien de antemano y que metias un poco de olor a cocina a la habitación. pero se puede llevar